
Me alimenta mas mi silencio y debo entender que mis oídos se informen de lo que deben, a pesar de que a veces quisiera simplemente ser sordo e inmune a mi propia oralidad, que se alebresta al escuchar lo irremediable...
El gentío es la herramienta del mundo, al menos por ahora, esa con la que intenta instruirme de habilidades que ni siquiera sospecho. Usa a los de mi apellido y a los de apellidos ajenos para hurgarme con crueldad morbosa las entrañas. Me siento violado, flagelado, dolorido. No es suficiente la cuantía de trofeos perdidos o que sea un león con alopecia...
Soy como los que salen de mi boca, uno de los blindados al mensaje y al parecer no existe otro modo. Me conozco sin hacerlo pero algo me avisa sobre mis represalias con los que me hacen sentir ofendido; jamás he de tocarles ni con el viento que ejercen mis movimientos, sin embargo la nulidad de mi venganza es su propia esencia. Soy hábil para olvidar nombres y recuerdos, hábil para generar inexistencia en mi existencia, esto ultimo lo menciono con vergüenza. Sera el precio de minimizar mis esmeros de gigante exiliado acosado por ego inmarcesible.
Estoy descubriendo el vació de mi entorno. Uno que solo se acudía de mi fe. Ahora me siento abandonado incluso por mis bases, me estoy haciendo silencio...
Querido amigo, que bello es sentir su pluma y su calidez de expresión,. Que las energías del cosmos lo rodeen por siempre.... Dios en ti.... Y lo fortalezca en su nuevo despertar.....
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