Este pedacito de noche, este de susurros delicados, ocultos, disfrazados...
Está atmósfera oscura, misteriosa, que se convierte en manta y me abriga...
Este momento está hecho para mí...
Y no importa, aquí y ahora nada importa, lo injusto no me agrede, eso no resuelto no ha sido invitado a mi momento. Es mío y aquí nada me hiere, nada duele...
Cómo si la vida, en una comprensión que me supera, hubiese calificado el sentido de mis intenciones y a modo de recompensa, me regala este pedacito de noche...
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